—Hoy me ha vuelto
a pasar.
—¿El qué?
—Me he sentido como un dinosaurio en clase. A
veces pienso que ya no valgo para esto.
—¿Te sirvo una copa?
—Gracias.
Miró unos instantes a su alrededor, como rastreando algo con la mirada. Después de
dar un sorbo pareció algo recompuesto y se animó a continuar:
—Ha aparecido una imagen de un Smartphone en el material que estábamos
utilizando y… no sabían lo que era.
—Claro, ¿qué edad tenían?
—No sé, quince o dieciséis, pero es que no me
parece que fue hace tanto. Tuve que explicarles todo, no tenían ni idea, y
tampoco parecía importarles mucho, la verdad. Y pensar en la revolución que fue
para nosotros, para el mundo.
—Creo que es hora de que renueves tu material. ¿Te
preparo algo de cenar?
—No, no tengo hambre. Y cuando sale el tema de la
familia, ya no sé dónde meterme. Creo que lo eliminaré del temario.
—He sabido acerca de una nueva moda en ese aspecto.
Hablaban de la vuelta a las costumbres antiguas, incluso de volver a incorporar
ritos como la concepción tradicional, entre otras cosas.
—No quiero saber más —contestó con expresión entre
horrorizada y sorprendida—. Mejor me voy a dormir. Te pongo a cargar, ¿vale? Te
quedan unos veinte minutos nada más.
—Recuerda que tengo actualizaciones pendientes de
instalar.
—El mes que viene tal vez, este mes quizás tenga
que invertir en material nuevo. Si no me he extinguido ya.
Comentarios
Publicar un comentario